miércoles, 24 de septiembre de 2014
Estos días raros.
Hay días, tan extraños como este, en que mi concentración no resiste a más de una hora de ejercicio y no me arrepiento de ello. Es entonces cuando comienzo otra tarea. La que sea con tal de olvidar el resto de la tarde que tengo responsabilidades. Suelo malgastar el tiempo, me voy por las ramas en todos os sentidos. Sin embargo, los días como hoy invierto el tiempo en mimarme. Bailo porque echo de menos las clases que se convirtieron en rutina durante tanto tiempo. Echo de menos incluso los calentamientos de media hora frente a la barra. Quién me lo hubiera dicho... Empleo mi tiempo y mi cuerpo según los caprichos de la música, y de repente soy feliz. Otros días escribo algo, y me planteo mil y un proyectos que nunca sobrepasan el límite de mis intenciones. En este tema soy, en fin, una persona realizada a medio realizar.
viernes, 5 de septiembre de 2014
lunes, 1 de septiembre de 2014
Madrid, nuevos comienzos
Madrid, con sus imponentes distancias para los provincianos como yo, y su sequedad tan cómoda y tan ajena a mi roquita... Llevo cuatro días aquí y todavía no soy consciente de sus dimensiones, de la gran diversidad de ambientes y los millones de mundos distintos que puedo encontrar en cada terraza, en cada calle, en cada parque o museo. Al fin llegó el tan esperado momento de dar un largo trago a ese vaso de libertad sobre la mesa, y ver como sienta. Llegó la hora de descubrir si la valentía supera a la comodidad para escalar los años hacia mi tan soñada vida de trabajo duro y gratificante por dejar unas pocas migas de pan que alimenten a alguien cuando yo ya no esté para dar mis mejores consejos. Llegó también el momento de investigar, descubrir y fundamentar opiniones; de llenar las conversaciones de ideas y no solo darles forma agradable. De llenar, en fin, los días de sueños y las noches de vida.
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